miércoles, 27 de mayo de 2015

¿Cómo vivir el Espíritu de nuestra Asociación Hijos e Hijas de Santa Luisa de Marillac?

  

          a)      Humildad
Servir a los pobres con humildad es, en primer lugar, escucharlos, desde la gratuidad, antes de buscar la manera de resolver sus problemas. Ponerse a su servicio exige un esfuerzo de atención para entrar en lo que constituye su universo, abriéndonos ante todo al misterio de la persona, intentando comprender sus sufrimientos y sus alegrías. Esto supone por nuestra parte una actitud de discreción y de modestia. La humildad nos ayuda a ir más allá de lo humano o de lo psicológico para entrar en el terreno del amor. Nos hace descubrir cosas nuevas, pero nos ayuda a dirigir una mirada nueva hacia los pobres. Nos hace estar atentos a la vida de los pobres, a sus aspiraciones, a sus expectativas profundas, pero nos lleva también a meditar en su vida para captar su punto de vista. La humildad nos lleva a creer que los pobres son portadores de un pensamiento único, que no sospechábamos, y del que podemos sacar provecho. La humildad nos ayuda también a tener la capacidad de reconocer que cada situación debe abordarse a partir de ella misma y no de la nuestra. Impregnados de este espíritu de humildad, nuestras actitudes y nuestras palabras son menos suficientes y menos seguras de tener siempre razón. Dominamos más nuestros reflejos de poder y de afirmación de nosotros mismos, lo que hace que evitemos tomarnos como punto de referencia y hacer comparaciones hirientes.
La humildad es, ante todo, un acto de Fe en Cristo, especialmente en su Encarnación Redentora. Esta Fe que no consiste solamente en expresar la grandeza de todo hombre, sino que invita también a penetrar, a ver más allá de cada rostro, para descubrir en él el icono de Cristo.

       b)      La Sencillez
La sencillez es la búsqueda de Dios y de su gloria en todo lo que hacemos. La sencillez nos ayuda a tener un comportamiento lo más verdadero posible y a crear relaciones claras, sin ambigüedad y sin dar lugar a sospechar otra cosa más que lo que aparece. La sencillez nos ayuda a evitar toda ambigüedad en nuestra manera de hablar, en nuestra forma de ser, evitando así llamar la atención en uno u otro sentido. Con un corazón sencillo, sin cálculos ni complicaciones, sin buscarnos a nosotros mismos. Cuando caminamos con rectitud, no tenemos constantemente en nuestra boca la contestación o la crítica negativa o amarga. Nuestra cualidad de siervos de los pobres exige esta sencillez en todas las cosas y especialmente en nuestro estilo de vida, si queremos ser comprendidos por ellos.

         c)    La Caridad
La especificidad de nuestra espiritualidad es hacer del servicio a los pobres un acto de Caridad. La Caridad nos hace participar del sentimiento más profundo del Corazón de Dios, de su misericordia y su fidelidad para con el hombre. Nuestros gestos en el servicio a los pobres no tienen sentido más que si los hacemos por amor y con amor. No se trata tanto de realizar acciones como de hacerlas «en caridad» (S.V. 15.10.1641 – Sig. IX, p. 64). Nuestros gestos, ya sea en el campo de la enseñanza, de la educación o de la asistencia sanitaria y social, están llamados a ser manifestaciones de caridad, es decir, nacidos del Amor de Dios. No deben reducirse a gestos puramente profesionales. Nuestros gestos, ya sea en el terreno de la enseñanza, de la educación o de la atención sanitaria y social, están llamados a ser gestos de caridad, es decir, que proceden del Amor de Dios. No deben reducirse a gestos puramente profesionales, aunque tienen que adaptarse a las normas profesionales y administrativas que los rigen y realizarse con la competencia necesaria. Por la caridad, nos hacemos solidarios de los pobres hasta el punto de aceptar que nuestra vida sea por ello cambiada.
Al vivir nuestra espiritualidad respondemos al reto de optar por un espíritu de servicio que exprese la Ternura de Dios para con los Pobres.


Santa Luisa presenta este espíritu de servicio a través de las cualidades que pide para servir a los pobres:

El «respeto» y la «devoción» nos revelan un espíritu de humildad
 «viendo siempre a Dios en ellos» (SL., Corr. y Escr. C. 435)

La «cordialidad», que expresa la sencillez del corazón,

La «compasión» y la «dulzura» manifiestan la caridad.


Hacemos votos de Pobreza, Obediencia y Castidad para poder vivir nuestro Cuarto Voto que es el Servicio de los Pobres: El voto que hacemos de servir corporal y espiritualmente a los Pobres, exige el don de nuestra persona y de nuestro tiempo. Pero el servicio a los Pobres no se limita únicamente al servicio a la persona en dificultad, sino que tiene también en cuenta su entorno y a las otras personas con las que estamos llamados a colaborar. El Espíritu Santo nos impulsa hoy, más que nunca, a compartir con los laicos nuestra espiritualidad, a fin de trabajar juntos con miras a un mejor servicio. Esta ayuda mutua en el servicio, esta colaboración no responde a una estrategia práctica como resultado de una disminución de los miembros de la Comunidad. Se trata de un componente esencial de nuestra vocación.

Vivimos nuestra espiritualidad de servicio favoreciendo al máximo la colaboración con los laicos en nuestras propias obras apostólicas. Esta colaboración con ellos amplía el campo de nuestra misión, transforma nuestra manera de servir a los pobres y enriquece también lo que hacemos y vivimos.
Nuestro servicio nos llama también a colaborar más estrechamente con instituciones, organizaciones y actividades que no están bajo la tutela de la Comunidad. Esta colaboración es un lugar privilegiado para vivir nuestra espiritualidad de Hijos e Hijas de Santa Luisa de Marillac en complementariedad con otras personas.

Al vivir nuestra espiritualidad, respondemos al reto de poner en común nuestras riquezas respectivas, para promover la dignidad de los Pobres.

lunes, 25 de mayo de 2015

¿Dónde Estamos?



"OBRAS SOCIALES SAN VICENTE DE PAÚL Y SANTA LUISA DE MARILLAC"



Actualmente estamos experimentando su servicio como Hijos de Santa Luisa de Marillac en la obra de Fundación de Amor, en la Rita de Pococí, Limón, Costa Rica, ya que esta es una obra propia del carisma.


Del pasado 8 de febrero del 2018, hasta el 01 de junio del 2019, estuvimos prestando nuestro de servicio de amor y caridad en el Hogar de Ancianos Santa Eduviges, en la Parroquia Santo Tomas Apóstol de Corinto, Diócesis de León Nicaragua. 

En la actualidad estamos trabajando en la creación y apertura de una Obra de Caridad en Nicaragua la cual consiste en un Hogar Familiar Santa Luisa de Marillac, donde se brindara apoyo a los familiares de los pacientes que asisten al Hospital España en Chinandega y que no tienen donde poder ir a realizar su aseo personal, descansar un poco y recibir alimentos debido a la falta de recursos económicos.

Actualmente debido a la Pandemia se nos ha dificultado poder arrancar con la obra en Chinandega,  aun así no se ha dejado de trabajar y animar a los hermanos con la idea de mantener viva la chispa de que pronto podremos abrir el proyecto e iniciar con el apostolado. 
Los hermanos de Matagalpa también están organizándose y trabajando para la apertura de una obra social en ese hermoso lugar. Todo en las manos de Dios y confiando en la Divina Providencia.  Pedimos sus oraciones. 

Querido joven te invito a formar parte de nuestra familia religiosa, a vivir una aventura de amor con Dios y en querer transformar al mundo con amor.

No todo está perdido pues estamos nosotros para cambiar al mundo....¿qué te parece si te quieres unir a nosotros/as? pues te invitamos a formar parte de nuestra comunidad...¡así que te esperamos!.....¡no lo dudes!!!!

INFORMACIÓN:

"Hijas de Santa Luisa de Marillac"(Rama Femenina)
Responsable: Sor María Jeaneth Ubeda Herrera. Fundadora HSLM 🇳🇮
E-Mali: s-jeanethubeda@hotmail.com
facebook/hijasdesantaluisademarillac

whtasapp: + (505) 89284185 / + (505) 27853133


"Hijos de Santa Luisa de Marillac" (Rama Laical y Masculina)
Responsables: 
Hno. Alexis Barquero Benavides HSLM 🇨🇷
Hno. Carlos Rivera HSLM 🇳🇮 Chinandega 
Hna. Kathya Briceño 🇳🇮 Chinandega
Hno. Juan José Bello HSLM  🇳🇮 Matagalpa  
Hno. Franklin Rodríguez HSLM 🇳🇮 Matagalpa

hijosdesantaluisademarillac@gmail.com  
facebook/HijosdeSantaLuisadeMarillac
whtasapp: + (506) 6018 7024 / + (505) 8472 8500

http://www.actiweb.es/fundamorhslm/





domingo, 24 de mayo de 2015

¿Quiénes son nuestros Fundadores?

Las Hijas de Santa Luisa de Marillac en el Espíritu Santo son una Sociedad de Vida Apostólica fundada por Sor María Jeanet Úbeda Herrera y Sor Edith Priscila Jordán Pérez en 1992, en la Diócesis de Jinotega (Nicaragua). Ambas, siendo Hijas de la Caridad, sienten la necesidad de dar respuestas concretas a las necesidades de sus hermanos nicaragüenses más necesitados, especialmente en las regiones de conflictos y en el área campesina.


Así mismo inspirados por el Espíritu Santo y viendo la necesidad de fortalecer el trabajo ya iniciado desde hace 23 años, al servicio de los pobres, el 15 de agosto del 2015, Alexis Barquero Benavides con el apoyo y respaldo de Sor Jeaneth Ubeda Herrera y Sor Edith Priscila Jordán Pérez inicia con el proyecto de la Fundación de la Rama Masculina Hijos de Santa Luisa de Marillac en el Espíritu Santo, quienes hoy ejercen su apostolado en las Instalaciones de la Fundación Ángel de Amor, en la comunidad de la Rita de Pococí, Limón Costa Rica, ya que el mismo es parte de la Misión para la cual nace la Sociedad de Vida Apostólica. Hijas e Hijos de Santa Luisa de Marillac en el Espíritu Santo.
En el año 2018 la Rama Masculina empieza a dar frutos en la Diócesis de León, Nicaragua, en Chinandega donde se extiende la Rama Hijos de Santa Luisa de Marillac. Quienes hoy forman parte de la Familia Vicentina. 

Desde el 2015 La Rama Hijos de Santa Luisa de Marillac, CR se encuentra inscrita y Forma parte de la Familia Vicentina a Nivel internacional. 
Desde el 2019 a pedido del Padre Tomás forma parte del Consejo Nacional de la Familia Vicentina en Costa Rica, Así mismo forma parte del Consejo Nacional de la Familia Vicentina de Nicaragua.

      
Sor Marìa Jeaneth Ubeda Herrera


Alexis Barquero Benavides 


Sor Edith Priscila Jordán Pérez  

lunes, 18 de mayo de 2015

Nuestros Fundadores

Alexis Barquero Benavides 

Sor Jeaneth Ubeda Herrera y Sor Edith Priscila Jordán Pérez 

Humildad. Sencillez. Y. Caridad.


De Dios hemos recibido la vida, de nuestras fundadores el espíritu que inspira nuestra vocación.
Los HSLM nos sentimos bendecidos por Dios a través de nuestras fundadores Sor María Jeanneth Ubeda Herrera, Sor Edith Priscila Jordán Pérez y Alexis Barquero Benavides quienes con HUMILDAD. SENCILLEZ Y CARIDAD. Nos han dado la gracia de ser hijos de la iglesia uniéndonos en espíritu y caridad hasta hacernos una sola familia religiosa. Agradecemos a Dios por nuestros fundadores por su espíritu de lucha y tenacidad que día a día nos inspiran a seguir sus pasos en pos de Jesús por la senda de la vida consagrada siempre fieles al carisma

HUMILDAD. SENCILLEZ. Y CARIDAD.

Te invito a Ti a seguir este camino maravilloso.

Como: Entregando tu vida a Dios y al servicio de los pobres.
DONDE: Ven te invitamos a formar parte de nuestra familia religiosa HSLM recorre con nosotros la senda maravillosa de darte a Cristo en los pobres.

Y a TI: Que generosamente nos bendices con tu oración día a día o con tu apoyo material y generoso

MIL BENDICIONES.
EN ORACIÓN Y UNIÓN EN CRISTO JESÚS

El Servivio a los Pobres

El Servicio a los Pobres:




















No hay vida de fe y oración auténticas que no terminen en compromiso con el hombre. Dios al creyente, en la oración, le pregunta por los demás, por sus problemas, por sus necesidades y le apremia a que salga del caparazón de su egoísmo, se abra a ellos, se sensibilice y comprometa con sus necesidades. 


El termómetro de una buena vida de fe y oración marca siempre una elevada temperatura en amor entregado y en servicialidad.






domingo, 17 de mayo de 2015

Dos Santos que animan nuestra espiritualidad

Una misma y única pasión animó a San Vicente y Santa Luisa: 

Jesucristo y los Pobres;

Jesucristo en los Pobres y

Los Pobres en Jesucristo


San Vicente es considerado padre de los pobres y ha sido proclamado Patrón Universal de las obras caritativas cristianas. 

Santa Luisa fue proclamada por Juan XXIII, en 1960, patrona de las Obras Sociales Cristianas.





























Lo que se se percibió de San Vicente acerca de la Caridad

 He pensado muchas veces en aquel encuentro y en la emocionante lección que recibí de aquel hombre. Y vuelvo a pensar hoy ante vosotros, que, en la mayoría de los casos, llegaréis a ser sacerdotes, encargados de la más alta, de la más eminente misión que puede un hombre esperar.

Tonsurados, vestidos de negro, habiendo recibido del pontífice el supremo privilegio de absolver, iréis por los caminos de la vida. El mundo os recibirá generalmente con deferencia. Sin embargo, no le perteneceréis. Saldréis del rebaño para convertiros en su pastor. Pero el rebaño busca que el pastor lo guíe: sólo os reconocerá con esa condición.

¿Qué esperan los vuestros, qué espera el mundo de vosotros?
Que seáis sembradores de amor.

Ese mundo, esclavo de la técnica que debía liberarlo; ese mundo, que tanto tiempo ha permanecido encadenado a su egoísmo y a su odio, tiene una TERRIBLE necesidad de amar.

Y sólo vosotros poseeréis el poder de “restituir el hombre al Amor”. Su mensaje es vuestra misión. Su ley, bien lo sabéis vosotros, es exigente, tiránica... Pero su ley es toda la Ley.

“Si alguien dice: ‘Yo amo a Dios’ y no ama a su hermano, es un mentiroso”, dice san Juan. El Apóstol predilecto no se anda con rodeos... Y se explica: “¿Cómo el que no ama a su hermano, a quien ve, amará a Dios, a quien nunca ha visto?”

Y Pío XII nos enseña: “Cristo ha querido hacer de la caridad fraterna la sustancia misma de la religión”.
Con vuestra vida, con vuestra palabra, con vuestro ejemplo, seréis los promotores, los cruzados de la Caridad.
 * * *
            ¡Atención! La Caridad: no la limosna. No esa ofrenda desdeñosa que se deja caer, que se da "de arriba abajo", y que, si ofende a quien la recibe, deshonra ciertamente a quien la da. Semejante limosna es la caricatura de la Caridad.

¡Atención! La Caridad: no la solidaridad. La solidaridad es la reproducción laica de la Caridad.

Precisamente en ese sentido, nos dice San Pablo: "Aún cuando distribuyera todos mis bienes en alimento de los Pobres, si no tengo Caridad, nada soy".





¿Cuál es la Misión de la Hija e Hijo de Santa Luisa?

Familia Marillac

Estilo de vida de las Hijas e Hijos de Santa Luisa de Marillac en el Espíritu Santo

      La Hija e Hijo de Santa Luisa de Marillac aprenderá que el centro de la misión de Jesucristo y de todos los cristianos es el anuncio del reino de Dios”, que se concreta “cuando Dios vive en nosotros y nosotros llevamos a Dios al mundo.” 

La Hija e Hijo de Santa Luisa de Marillac debe vivir con un espíritu más evangélico, más eclesial y más apostólico; para presentar al mundo el rostro auténtico y vivificante de Cristo.

La espiritualidad proporciona a la persona la forma y las motivaciones por las que una persona consagrada vive los elementos esenciales de la consagración. Y vivir la humildad, la sencillez y la Caridad es ser Hija e Hijo de Santa Luisa de Marillac.

Con nuestro sí, las Hijas e Hijos de Santa Luisa de Marillac hemos respondido a la invitación que el Amor nos ha hecho a vivir del amor y para el amor. Una de las notas que han caracterizado la vida de las Hijas e Hijos de Santa Luisa de Marillac ha sido la búsqueda de una auténtica experiencia de Dios, que es como un nuevo nombre de la contemplación

Otro: Si queremos realizarnos en nuestra vida, si queremos darle pleno sentido a nuestro ser y a nuestro existir, debemos vivir intensamente y en plenitud la vocación a la que hemos sido llamados.

La Hija e Hijo de Santa Luisa de Marillac es esa mujer ese hombre, que se esfuerza cada día por realizar aquello que falta: “vende todo lo que tienes, dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo. Luego, ven y sígueme”. (Lc 18, 22)

La Providencia sabiamente dispone la formación familiar y social de los candidatos, destinados a la vida consagrada como Hija e Hijo de Santa Luisa de Marillac

La consagración en las Hijas e Hijos de Santa Luisa de Marillac es: carismática y dinámica. Sin esperanza la Hija e Hijo de Santa Luisa de Marillac no puede entender la identidad de la vida consagrada y su quehacer en el mundo.

La Hija e Hijo de Santa Luisa de Marillac no le pide a nadie que renuncie a su propia cultura, sino que se deje penetrar del carisma, para que con la cultura que haya recibido, exprese el carisma a otro: 

Las Hijas e Hijos de Santa Luisa de Marillac no anteponen nada al amor de Cristo. La persona consagrada es aquella que pertenece al Señor.

Lo primero que debe hacer la Hija e Hijo de Santa Luisa de Marillac para recuperar su capacidad de contemplación y de asombro y así vivir más de cara a lo espiritual que a lo natural, es darse tiempos para la contemplación y la oración.

La Hija e Hijo de Santa Luisa de Marillac debe observarse la necesaria discreción en el uso de los medios de comunicación social, y se evitará lo que pueda ser nocivo para la propia vocación a las Hijas e Hijos de Santa Luisa de Marillac les corresponde una tarea específica en este campo, pues están llamados a introducir en el horizonte educativo el testimonio radical de los bienes del Reino,






¿Cuál es Espiritualidad de las Hijas e Hijos de Santa Luisa?

ESPIRITUALIDAD:



Las Hijas e Hijos de Santa Luisa de Marillac se sienten llamados. Tienen un absoluto en su vida. Alguien ha venido a su encuentro:


  • Jesucristo que pasó su vida haciendo el bien.
  • Ellos cultivan una relación personal con Él: en el silencio, la oración y el servicio que ofrecen a sus hermanos.
  • Él es la fuente de donde procede su amor, el fuego que estimula su acción y les apremia hacia los más pobres, la fuerza que dinamiza sus proyectos, el tesoro que da sentido a su vida.
  • Las Hijas e Hijos de Santa Luisa de Marillac viven en sencillez, en comunidad, compartiendo lo que son y lo que tienen, celebrando la vida y la fe. Juntos, se ayudan para ir dondequiera que las personas sufren y construir con los pobres de la tierra su propio desarrollo. Actúan con toda libertad dejando su casa, portadores de alegría y de esperanza, para ir hacia los que su libertad no es respetada. Están agradecidos de poder dar su vida a Dios sirviendo a los demás y son felices de suscitar la experiencia de Dios en su vida.
  • Convencidos por la fe de que Justicia y Paz se besan, las Hijas e Hijos de Santa Luisa de Marillac construyen, piedra a piedra, por todo el mundo, una sociedad más justa, un mundo nuevo dónde no habrá ya ni muerte, ni hambre, ni lágrimas, ni dolor… por todo el mundo.


¿Cuál es nuestro Carisma?

La Asociación Hijas e Hijos de Santa Luisa de Marillac es una Comunidad Nicaragüense fundada por Sor Marìa Jeanneth Ubeda Herrera y Sor Edith Priscila Jordàn Pèrez, Alexis Barquero Benavides.

Hemos sido llamados a servir a Jesucristo en la persona de los pobres y marginados en espíritu de humildad, sencillez y caridad. Motivados por el amor de Cristo y fortalecidos por una profunda vida de oración, vivimos en comunidad, apoyándonos en nuestra misión común de servicio.

Además de los votos de pobreza, castidad y obediencia hacemos a un voto especial de servicio de los pobres. Estos votos son “no-religiosos”, anuales y siempre renovables. La Iglesia nos reconoce como Sociedad de Vida Apostólica.