domingo, 17 de mayo de 2015

¿Cuál es la Misión de la Hija e Hijo de Santa Luisa?

Familia Marillac

Estilo de vida de las Hijas e Hijos de Santa Luisa de Marillac en el Espíritu Santo

      La Hija e Hijo de Santa Luisa de Marillac aprenderá que el centro de la misión de Jesucristo y de todos los cristianos es el anuncio del reino de Dios”, que se concreta “cuando Dios vive en nosotros y nosotros llevamos a Dios al mundo.” 

La Hija e Hijo de Santa Luisa de Marillac debe vivir con un espíritu más evangélico, más eclesial y más apostólico; para presentar al mundo el rostro auténtico y vivificante de Cristo.

La espiritualidad proporciona a la persona la forma y las motivaciones por las que una persona consagrada vive los elementos esenciales de la consagración. Y vivir la humildad, la sencillez y la Caridad es ser Hija e Hijo de Santa Luisa de Marillac.

Con nuestro sí, las Hijas e Hijos de Santa Luisa de Marillac hemos respondido a la invitación que el Amor nos ha hecho a vivir del amor y para el amor. Una de las notas que han caracterizado la vida de las Hijas e Hijos de Santa Luisa de Marillac ha sido la búsqueda de una auténtica experiencia de Dios, que es como un nuevo nombre de la contemplación

Otro: Si queremos realizarnos en nuestra vida, si queremos darle pleno sentido a nuestro ser y a nuestro existir, debemos vivir intensamente y en plenitud la vocación a la que hemos sido llamados.

La Hija e Hijo de Santa Luisa de Marillac es esa mujer ese hombre, que se esfuerza cada día por realizar aquello que falta: “vende todo lo que tienes, dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo. Luego, ven y sígueme”. (Lc 18, 22)

La Providencia sabiamente dispone la formación familiar y social de los candidatos, destinados a la vida consagrada como Hija e Hijo de Santa Luisa de Marillac

La consagración en las Hijas e Hijos de Santa Luisa de Marillac es: carismática y dinámica. Sin esperanza la Hija e Hijo de Santa Luisa de Marillac no puede entender la identidad de la vida consagrada y su quehacer en el mundo.

La Hija e Hijo de Santa Luisa de Marillac no le pide a nadie que renuncie a su propia cultura, sino que se deje penetrar del carisma, para que con la cultura que haya recibido, exprese el carisma a otro: 

Las Hijas e Hijos de Santa Luisa de Marillac no anteponen nada al amor de Cristo. La persona consagrada es aquella que pertenece al Señor.

Lo primero que debe hacer la Hija e Hijo de Santa Luisa de Marillac para recuperar su capacidad de contemplación y de asombro y así vivir más de cara a lo espiritual que a lo natural, es darse tiempos para la contemplación y la oración.

La Hija e Hijo de Santa Luisa de Marillac debe observarse la necesaria discreción en el uso de los medios de comunicación social, y se evitará lo que pueda ser nocivo para la propia vocación a las Hijas e Hijos de Santa Luisa de Marillac les corresponde una tarea específica en este campo, pues están llamados a introducir en el horizonte educativo el testimonio radical de los bienes del Reino,






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